Cada vez son más comunes los vehículos cuyo eje trasero es sencillamente un eje muy débil con dos llantas. Esto disminuye la gran cantidad de componentes de suspensión, para disminuir el peso y bajar el costo del auto. Sin embargo, por el mal estado de las carreteras esto puede convertirse en un factor determinante para el mantenimiento de las llantas. Ya que al ser este un eje sin más componentes que su propia estructura, si se ve afectado por un golpe, las llantas cambiarán su posición afectando su trayectoria, así como su vida útil. Si esto llega a pasar, lo más común es cambiar el eje completo, el cual tiene un costo muy alto.